La tranquilidad de la tarde en Cali se rompió abruptamente cuando dos cilindros bomba fueron detonados cerca de la base aérea Marco Fidel Suárez, dejando al menos seis personas muertas y 75 heridas, entre ellas ocho menores de edad y tres adultos mayores. El ataque, ocurrido hacia las 2:50 p. m. sobre la transitada carrera Octava, ha conmocionado al país y encendido las alarmas de seguridad en la región.
Según información preliminar, las disidencias de las FARC, específicamente la estructura Jaime Martínez del Estado Mayor Central (EMC), serían las presuntas responsables del atentado. El presidente Gustavo Petro calificó el hecho como un “acto terrorista” y anunció que la ciudad será militarizada para restablecer el orden y prevenir nuevos ataques.
La explosión no solo afectó instalaciones militares, sino también viviendas, comercios y vehículos en los barrios Villa Colombia y La Base. Autoridades confirmaron que la logística utilizada coincide con métodos empleados por el frente Carlos Patiño, una de las facciones más activas del EMC, que mantiene una disputa por el control territorial y de las rutas del narcotráfico en el suroccidente colombiano.
En medio del caos, la comunidad logró retener a un hombre identificado como Walter Esteban Yonda Ipia, alias Sebastián, quien habría participado directamente en el atentado. Posteriormente, las autoridades confirmaron una segunda captura. Ambos son considerados piezas clave para desmantelar la estructura responsable.
El Gobierno Nacional anunció recompensas millonarias para dar con los cabecillas:
• 4.450 millones de pesos por alias Iván Mordisco,
• 3.200 millones por alias Marlon,
• 1.641 millones por alias Kevin.
Este atentado ocurre apenas horas después de otro ataque en Antioquia, donde 12 policías murieron tras la caída de un helicóptero por fuego enemigo. Las autoridades advierten que podría tratarse de una ofensiva coordinada de las disidencias.
La ciudad permanece bajo vigilancia especial, mientras equipos de rescate, personal médico y fuerzas militares trabajan para atender a los heridos y garantizar la seguridad de los habitantes.

